El viento me golpea en la cara.
Cierro los ojos permitiéndo que me envuelva en su fresco abrazo, y sigo andando despacio, dejándo que sea él el que tire de mí, el que guíe mis pasos.
Mi nariz se colma con el olor del campo mojado.
Canto de grillos, murmullo de hojas agitadas en las copas de los árboles, rumor de oleaje... oscuridad, densa, impenetrable, acogedora oscuridad... Ciego me vuelvo más sensible, mi olfato más agudo, mi escucha más atenta... puedo sentir la transformación de mi rostro, puedo ver, con los ojos de la mente, como se alarga y se afila, hasta convertirse en un hocico, como mi frente se retrae, como las orejas me crecen y se vuelven puntiagudas y peludas.
Mi cuerpo, mi postura, mi forma de andar, se acomodan al cambio inesperado. No es un juego, no lo he traído yo... sólo ocurre.
En algún lugar de mi cerebro se dibuja una imagen. Yo no la he evocado conscientemente, me la sugieren los olores, los sonidos... es la cabeza de un extraño cánido, de pelo gris y negro, que, ciego como yo, sigue el camino marcado por el viento.
Abro los ojos de golpe.
La magia se desvanece, pero aparece otra.
El mundo (mi mundo), se me antoja, de pronto, extraño.
La luna llena dibuja mi sombra en la zahorra del camino que cruje bajo las suelas de mis botas.
Las estrellas colgadas allá en lo alto, en el cielo, silenciosas... medio comidas por el resplandor de la luna que se refleja en las aguas agitadas del lago... del lago iluminado por la luna, como el de Nina y Kostia... me parece ver a lo lejos los restos del escenario medio derruido... y escuchar el disparo, el último disparo que pone fin a una vida...
Si es verdad que vivimos mil y una existencias, que nos reencarnamos una y otra vez, hasta que finalmente comprendemos, y entonces nuestra alma puede alcanzar el nirvana, unirse con el Brahman...
Si eso es verdad...
Creo que puedo posponer la búsqueda de la redención eterna de mi alma, por encontrar primero mi redención en esta vida que estoy viviendo ahora... Es una meta importante, que tendrá mucho valor si consigo alcanzarla...
En algún lugar de la Nada, 'Siva, ensimismado, baila sin parar su eterna coreografía.
Y yo, los otros, el universo, este mundo, este momento, no somos más que el efímero destello del movimiento de sus brazos y de sus pies que, en una danza infinita, crean eones ilusorios de historia..
Millones de vidas, de esperanzas, de dolores, de placeres...
Sólo lo que dura uno de sus gestos, una fracción de segundo en mitad de un baile eterno, que empieza y acaba una y otra vez sin detenerse jamás. Eso es nuestra existencia.
Yo...
Yo sólo es un sueño del Absoluto, del Danzarín Cósmico.
Y mis sueños los sueños de un sueño que Él ha soñado.
Como en el poema de Borges...
"El hidalgo fué un sueño de Cervantes
y Don Quijote un sueño del hidalgo.
El doble sueño los confunde y algo
está pasando que pasó mucho antes."
Apareces sin avisar.
De pronto, apareces y nos encontramos al final de una serie infinita de improbables coincidencias que, a pesar de todo, ocurren.
Sin buscarnos.
O tal vez buscándonos sin saberlo.
Apareces para descubrirme cosas que yo ignoraba.
Para enseñarme las formas caprichosas de las nubes.
Y luego, igual que viniste, te vas.
Será porque ya ha llegado el momento de decirnos adiós.
Porque en algún lugar está escrito: hasta aquí, final de trayecto.
Será.
Pero lo cierto es que no quiero que te vayas.
Me gustaría seguir viajando contigo.
No es que no pueda seguir adelante yo sólo.
Pero hecho de menos tu compañía.
Para Jahnavi.
16/8/08
Una lectura interesante: Mitos y Símbolos de la India, de Heinrich Zimmer. Ed. Siruela.
(c)Sugarglider
1 comentario:
Hola ^^
Sí, me acuerdo de ti :) que mira que es raro, porque con la memoria de pez que tengo... :D
Bueno, muchas gracias por pasarte... aquí parece que quien no tiene un blog no es persona jajaja
Nada... Besitos y gracias otra vez Adeeu :)
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