jueves, 6 de diciembre de 2007

Primeros fríos. 2/1/04

¿Te has fijado que estos días, al salir por la noche de clase de teatro, huele a chimenea en la Calle de San José?
A chimenea de leña, de carbón, de esas que ya casi no se huelen por Madrid desde que nuestros políticos, siempre tan preocupados por la salud de los ciudadanos, nos están obligando a retirarlas, diciendo con toda razón, que no son sanas y contaminan, al tiempo que planean la ampliación de la M-30 en lugar de mejorar el transporte público y abaratar sus costes.
¿Te acuerdas de las antiguas carbonerías, con el picón almacenado en grandes sacos de arpillera y el carbonero, todo tiznado en su mono azul, apoyado en el dintel de la puerta mientras se fumaba un cigarro, calada en la cabeza la gorra de fieltro? Olor dulzón del carbón, del humo de leña que se acolchaba sobre las calles, a veces, más que ahora, nevadas, sobre los árboles desnudos, sobre los coches aparcados, olor a invierno.
Y yo me veo a mi mismo, de la mano de mi madre, con unos pantaloncitos de pana marrón y una bufanda blanca, enfundado en un grueso abrigo azul clarito, solo la cara fría asomando de la capucha.
Es olor a invierno, a carbón, a leña quemada, olor al Madrid de mi infancia y más allá. Olor al Madrid de posguerra y de república, e incluso más allá. Olor al Madrid de las corralas y los tejados con troneras recortándose sobre el fondo azul del Guadarrama, al Madrid de masones y franceses, de forajidos embozados en sus capas, al Madrid de mentideros y corrillos, de duelos, de romances, de aparecidos y de gatos que, por las noches, se sientan en los tejados para charlar con los duendes.
Ya están vendiendo castañas asadas en la Gran Vía y pronto colocarán los puestos de la Plaza Mayor y las luces de Navidad en la Castellana.
Pero, aunque ya vamos por noviembre, los plátanos, los plátanos mutilados que crecen en los alcorques de las aceras, aún no se han decidido a tirar las hojas, y ni siquiera amarillean.
Será por que ya casi no huele dulce a carbón, ni a invierno, ni a leña quemada.


Dos de noviembre de 2004
Al salir de clase de teatro de Claudia a las diez y media de la noche.

(C) Sugarglider

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