"También a mí me preocupa todo eso; mujer pero tremenda
vergüenza me dan los troyanos y troyanas de rozagantes mantos,
si como un cobarde trato de escabullirme lejos del combate.
También me lo impide el ánimo, pues ha aprendido a ser valiente
en todo momento y a luchar entre los primeros troyanos,
tratando de ganar gran gloria para mi padre y para mí mismo.
Bien sé yo esto en mi mente y en mi ánimo:
habrá un día en que seguramente perezca la sacra Ilio,
y Príamo y la hueste de Príamo, el de buena lanza de fresno.
Más no me importa tanto el dolor de los troyanos en el futuro
ni el de la propia Hécuba, ni el del soberano Príamo
ni el de mis hermanos que, muchos y valerosos,
puede que caigan en el polvo bajo los enemigos,
como el tuyo, cuando uno de los aqueos de broncíneas túnicas,
te lleve envuelta en lágrimas y te prive de la libertad;
y quizá en Argos tejas la tela por encargo de una extraña
y quizá vayas por agua a la fuente Meseide o a la Hiperea
obligada a muchas penas, y puede que te acose feróz necesidad.
Y alguna vez quizá diga alguien al verte derramar lágrimas:
`Esta es la mujer de Héctor, el que descollaba en la lucha sobre
los troyanos, domadores de caballos, cuando se batían por Ilio.´
Así dirá alguien alguna vez, y tú sentirás un renovado dolor
por la falta del marido que te proteja de la esclavitud.
Más ojalá que un montón de tierra me oculte, ya muerto,
antes de ver tu grito y ver como te arrastran."
Homero. Iliada VI 441-465
2 comentarios:
Pues mis simpatias estan con Helena, utilizada como un trofeo, un objeto sin voz ni voto a la hora de tomar las decisiones de su propio destino y se ve empujada de un hombre a otro -recuerda que antes de Menelao, Helena fue raptada y violada por Teseo, del que tuvo una hija, Ifigenia-.
La revision de este clasico por Dan Simmons me esta encantando. Es en clave de ciencia ficcion -no te asustes, je je je, no hay naves espaciales, ni imperios galacticos, je je-.
Se me olvidó poner el link a la reseña, asi que la pongo ahora y en serio, te lo recomiendo. La totalidad de la obra son dos novelas, partidas aqui en cuatro por ser muy largas, y se titulan “Ilion” y “Olimpo”.
Sí, en la antigua Grecia la mujer, en general, no pasaba de ser un mero objeto, que, en tiempos de guerra, se convertía en botín… ni siquiera tenían derecho a pertenecer a la polis por sí mismas, si no sólo através de sus relaciones matrimoniales o de parentesco con los hombres, y, por supuesto, no podían votar… lo que, por suerte, no impidió el surgimiento de una gran poetisa: Safo de Lesbos…
Pues ya tengo otros dos libros que añadir a la lista de pendientes… (hay una torre de ellos cada vez más alta en la mesilla de mi cuarto, ji, ji)
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