miércoles, 16 de junio de 2010

Lluvia.

Anoche me desveló el furioso golpeteo de la lluvia contra los cristales de la ventana, y me acordé de Isak Dinesen.

Desde la oscuridad de mi habitación, con los ojos cerrados y la mente divagando entre el sueño y la vigilia, vi a los elefantes de Cabárceno, durmiendo de pie al calor de sus establos, y a la entrenadora de los leones marinos, arrebujada entre las sábanas. Tal vez sola, tal vez abrazada a aquel hombretón moreno.

Vi el agua chorreando por las buganvillias del patio, y al jardinero de pelo cano, profundamente dormido junto a su mujer.

Respiraciones acompasadas de hombres y animales comulgando en la inconsciencia, Hipno corriendo desnudo por los adoquines brillantes a la luz de las farolas y la hambrienta espera de la lechuza del campario de la Colegiata...

...divagando entre el sueño y la vigilia... el desfile interminable de los vagones del tren de Wes Andersons, desfile interminable de pequeñas historias... divagando... sólo un instante... un instante...

Esta tarde, bajo la lluvia, Santillana huele a eucalipto y flor de aligustre.

15/6/2010. Santillana del Mar.

Sugarglider.

1 comentario:

Mar dijo...

Guarda esa fragancia en el archivo de tu memoria; es única por el momento y por el lugar. Precioso lugar.

Nos leemos.

Bss.