color azabache.
De ojos hechiceros
y mirada penetrante.
Un regalo de Mar.
Un educadísimo gato inglés de tres patas.
Fué el primer ciudadano de Salisbury que acudió a darme la bienvenida, y el último que vino a decirme adiós.
¿Quien sería?
Un travieso gatito toledano que vivía en un bar abandonado del casco antiguo.
Los gatos negros son dificilísimos de fotografiar: si los enfocas a ellos directamente, la foto sale quemada; si enfocas el paisaje, ellos salen demasiado oscuros... travesuras del diablo.
Texto y Fotos: Sugarglider.
4 comentarios:
Que lindos.
¿Te dije que a mi me encantan?
Creo que si ;-)
Besos felinos.
Me lo dijiste... a mi también.
Es mi animal Totem, si eligiera reencarnarme lo haría en mi gato Breizhad, más que nada porque vive a cuerpo de rey.
Un besote sugarglinder.
Un besote Med.
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