Esta tarde a última hora, volviendo del trabajo, se me ha cruzado un gato negro en la carretera.
Era un gatito pequeño. Una brujilla disfrazada.
Al llegar el verano a la sierra empiezan a verse unas mariposillas chiquititas de color azul brillante.
Vuelan por los prados y los claros de los bosques, y se congregan en el fango de los lechos secos de los arroyos para saciar su sed con la última humedad de la tierra agostada.
Algún entomólogo romántico robó para ellas el nombre del hijo de Dédalo.
Dédalo le regaló a Ícaro unas alas de cera, y le advirtió que no se te acercara demasiado con ellas.
Tu tambien me has regalado dos alas.
No sé como utilizarlas, y hacerlo me duele.
Kaa, la Pitón de la Peña, decía que es duro mudar de piel.
No sé si las las alas que me has regalado son de cera, como las de Dédalo.
Pero sería estúpido no usarlas.
Porque tal vez, el material de que están hechas, no dependa tanto de ti como de mí.
No lo sé...
En realidad, lo único que quería contarte es que, esta tarde, volviendo del trabajo a última hora, se me ha cruzado un gato en la carretera.
Era un gatito pequeño con el pelo negro que me ha hecho pensar en Morgana Le Fey.
Para A.
Texto y Foto: Sugarglider
4 comentarios:
Alma de duende en cuerpo de sombra. Enjoyada la cabeza,
el espinazo interrogante, el paso de seda.
Las campanas desbordan sus doce vinos. Luna en los
tejados. Brisa en las ramas deshojantes. La pedrería
de los ojos del gato se abrillanta. Espera…
La bruja de la escoba, andrajosa y hambrienta no ha
de venir ahora; se durmió de cansancio en el campana-
rio del pueblo.
La desesperación en el lomo del gato forma un arco
y lanza la felcha de un maullido. Un signo lúgubre
se alarga en el silencio.
Gato negro, embriagado de luna. Gato negro, bohemio
de los tejados; eco del infierno, silueta de un pe-
cado. Gato negro: seda, sombra y pedrería.
El gato negro de Emma Posada.
Muchas gracias Akeru.
Por cierto, ya que estamos, cualquier día de estos te robaré el poema de Miguel Eguren que tienes en tu formulario de comentarios.
Bss
Gato negro,
color azabache.
De ojos hechiceros
y mirada penetrante.
Meine liebe Warrambool.. tu sublime prosa.. de nuevo.. ha hecho brotar mis lágrimas..
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